Declarado por La Asamblea General de las Naciones Unidas con la finalidad de crear conciencia social y que las personas con Autismo puedan gozar de inclusión social, escolar y laboral.
Es una condición de vida que puede identificarse antes de los primeros 3 años de edad. Se define como un trastorno del neurodesarrollo que provoca dificultades en la interacción social recíproca, comunicación verbal y no verbal; hay presencia de patrones de interés restringidos, conductas estereotipadas y dificultades sensoriales. Afecta de manera fundamental a la esfera social y a su capacidad para responder adaptativamente a las exigencias de la vida cotidiana.
Se presenta de manera distinta en cada caso. Todos los niños y niñas son diferentes, ningún niño o niña con Autismo va a tener el mismo patrón de fortaleza y necesidad que otro.
Los síntomas pueden variar de ligero a severo, acompañan a la persona a lo largo de toda su vida, aunque sus manifestaciones y necesidades cambian en función de las distintas etapas del desarrollo.
Impacta no sólo a la persona sino también a la familia y la calidad de vida de sus miembros. Las familias también se diferencian en sus metas, fortalezas y necesidades.
Existen muchas hipótesis sobre un origen neurobiológico, pero aún no se determina con exactitud las causas.
Les compartimos algunas asunciones que pueden existir dentro de la sociedad y que debemos romper para luchar por una verdadera inclusión.