Reconociendo la violencia para poder evitarla.
Las niñas, adolescentes y jóvenes con discapacidad tienen más probabilidad de sufrir cualquier tipo de violencia, son doblemente vulnerables; por ser mujeres y por su condición.
Identifiquemos algunos tipos de violencia:
Violencia psicológica, cuando se provoca miedo a través de la intimidación, amenazas con causar daño físico a su persona o un ser querido incluyendo mascotas o un bien material; conllevando a la persona a un aislamiento total.
Violencia emocional, cuando se ataca la autoestima de una persona por medio de críticas constantes, menospreciar sus capacidades y/o talentos, insultos o cualquier tipo de abuso verbal. Causar daño a una relación sentimental o fraternal, no permitir a su pareja ver a su familia o amistades.
Violencia física, cuando se causa o intenta causar daño físico a la persona, ya sea con golpes, patadas, pellizcos, quemaduras, agarres, empujones, bofetadas, mordeduras, etc. También es violencia el obligar a la persona a realizar un acto que no desea como, consumir alcohol o drogas, no recibir atención médica.
Violencia económica, cuando se logra o intenta conseguir la dependencia financiera de la mujer, niña, adolescente u joven; ejerciendo completo control sobre sus recursos financieros y decisiones. Impidiéndole acceder a ellos y/o prohibiéndole trabajar o asistir a la escuela.
Violencia sexual, cuando se obliga a la niña, adolescente, joven o mujer a participar en un acto sexual sin su consentimiento. La violencia sexual incluye el acoso sexual y violación, además de la cultura de la violación que es ese entorno social que permite normalizar y justificar la violencia sexual.
Promovamos entornos seguros, libres de cualquier tipo de violencia. Eduquemos a nuestros niños y niñas para que aprendan a reconocer la violencia y así prevenimos la violencia, el maltrato y abuso.